Este jueves, padres y madres de familia de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, se reunieron frente al Campo Militar 1- A en la alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México. Realizaron un mitin a las afueras de las instalaciones para exigir avances, transparencia. También la entrega de documentos clave en el caso de los normalistas desaparecidos.
Durante este conglomerado, los manifestantes insistieron en que no se descarte la investigación que vincula al Ejército Mexicano. Exigieron se entregaran cerca de 800 folios que posee supuestamente las Fuerzas Armadas. Estos podrían aportar información sobre lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014.
“Nos preguntamos, esta institución, ¿de qué privilegio goza en un tema tan emblemático de desapariciones? que sigue ocultando la verdad. Se sigue burlando del dolor de los padres y madres de los 43, al seguir negando los archivos que hay en poder de la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional).
Mientras no tengamos información, mientras las investigaciones no avancen esta línea que tiene que ver con el Ejército mexicano seguiremos señalando que se tiene que mantener”
Isidoro Vicario, abogado del equipo legal
Medios de información capitalinos señalan que luego de una hora de protesta, un grupo de jóvenes con el rostro cubierto (encapuchados) lanzaron petardos al interior de las instalaciones del Campo Militar. También señalan que chocaron un camión de mercancías en reversa en la puerta 1 del sitio. Posteriormente, aventaron explosivos al camión hasta que este se incendió.
Los actos vandálicos también incluyeron pintas, lanzaron petardos, cohetones o artefactos explosivos hacia las instalaciones militares.
El periódico La Jornada señaló que a un día de que se cumplan 11 años de la desaparición de los 43 estudiantes, Emiliano Navarrete padre del normalista José Ángel, señaló que el Ejército “infiltró” con uno de sus elementos a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Esto “desde mucho antes” de que ocurrieran los hechos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014.
“Esta institución tiene cuentas pendientes con el caso Ayotzinapa. No vamos a quitar el dedo del renglón hasta saber la verdad dónde se llevaron a nuestros hijos”




