El 25 de septiembre, un tribunal parisino condenó al expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy a cinco años de prisión por conspiración criminal. Lo juzgaron por supuestamente aceptar financiación ilegal de campaña del régimen del líder libio Muammar Gaddafi para asegurar su victoria electoral en 2007.
El tribunal determinó que, entre 2005 y 2007, Sarkozy y personas de su entorno permitieron ese proceso de búsqueda de financiación ilegal. Construyeron, entonces, una “corrupción al más alto nivel”.
En la sentencia, se le impusieron 5 años de prisión, una multa de 100 mil euros y una inhabilitación para ejercer función pública durante 5 años. Además, se ordenó que la ejecución de la pena empiece antes de que concluya el proceso de apelación, por la “gravedad excepcional” del asunto.
Ingresó a prisión este martes
Sarkozy salió sobre las 9:10 horas locales de la mano de su mujer, la cantante Carla Bruni. También acompañado de sus hijos y sus hermanos, de su domicilio, situado en el distrito XVI de París. Ahí, un centenar de personas se congregaron en apoyo al exjefe de Estado y le aplaudieron después de cantar la Marsellesa, el himno de Francia.
Sarkozy ingresó a la prisión de La Santé y se convirtió en el primer expresidente de Francia y de la Unión Europea en entrar a prisión por los delitos que se le imputaron.
Es de señalar que en 2021 ya lo habían condenado a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias (el conocido “caso de las escuchas” / “wiretapping”). Sin embargo, en esa ocasión, pudo cumplir parte de su condena bajo arresto domiciliario con brazalete electrónico.
Justo antes de poner rumbo a La Santé, el expresidente publicó un mensaje en sus redes sociales: “Al prepararme para cruzar los muros de La Santé, mis pensamientos están con el pueblo francés”.
“Quiero decirles con la fuerza inquebrantable que me caracteriza que no es un expresidente de la República quien está siendo encarcelado esta mañana, sino un hombre inocente. Seguiré denunciando este escándalo judicial, este vía crucis que he sufrido durante más de diez años. La verdad triunfará, pero el precio a pagar será devastador”




