Redacción:Israel Nieto
Día de Muertos,una fecha que en México no se llora, se celebra.
Porque aquí, la muerte no borra, solo transforma. Y también en el mundo del deporte, las leyendas siguen vivas. No en carne, sino en historia… en pasión… en cada recuerdo.
Hoy encendemos velas por aquellos que marcaron época. Deportistas que hicieron vibrar a un país entero y que siguen jugando, boxeando o corriendo… desde el recuerdo.
Chava Reyes
Recordamos a Salvador “Chava” Reyes, el eterno número 8 del Guadalajara.
Ídolo del Campeonísimo, goleador incansable, y el primer jugador en recibir homenaje regresando al campo décadas después de su retiro.
Chava fue más que goles… fue símbolo de identidad y orgullo rojiblanco. Su nombre sigue resonando cada vez que un niño sueña con vestir la camiseta del Rebaño.
Púas Olivares
En el ring, Rubén “Púas” Olivares dejó algo más que puños. Dejó barrio, dejó coraje, dejó al pueblo gritando cada vez que sonaba la campana.
Campeón mundial, carismático y querido, el Púas no solo peleaba: representaba el alma mexicana, valiente, noble y con el corazón por delante.
Su legado permanece en cada esquina donde un joven boxeador se pone los guantes por primera vez.
Tota Carbajal
En la portería, el inmortal Antonio “Tota” Carbajal. El primer futbolista en disputar cinco Copas del Mundo.
Un símbolo de disciplina, humildad y amor por la Selección Mexicana.
Defendió el arco con el alma, y aunque ya no está bajo los tres palos, su espíritu sigue cuidando cada balón que busca el gol en nuestras canchas.
Pedro Rodríguez
Y si de velocidad se trata, Pedro Rodríguez fue el rugido de México en la Fórmula 1.
Con su casco verde, blanco y rojo, llevó al país al podio del automovilismo mundial. Competía con el corazón por delante, enfrentando a los gigantes de su época con pura valentía.
Su nombre hoy vive en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde cada motor encendido parece decir: “Pedro sigue corriendo con nosotros.”
El Jefe
En la cancha, Tomás Boy, “El Jefe”, sinónimo de liderazgo. Un capitán que nunca bajó los brazos, un técnico que vivía el fútbol con el alma. Carismático, polémico, apasionado.
Su voz todavía se escucha entre las líneas del campo y los sueños de los nuevos capitanes.
El Jefe no dirigía equipos, dirigía emociones.
Nacho Trelles
Y cómo no recordar a Ignacio “Nacho” Trelles, el sabio del banquillo. Más de 50 años dedicados al fútbol, con más de mil partidos dirigidos.
Trelles fue campeón como jugador y como entrenador, pero sobre todo fue maestro de generaciones. Con él aprendieron técnicos y jugadores que después hicieron historia.
En su libreta no solo había tácticas, había filosofía, amor por el juego y por el trabajo bien hecho. Fue un hombre de carácter fuerte, pero de corazón gigante para su deporte.
Su frase más recordada lo resume todo: “En el fútbol, como en la vida, no se deja de aprender.”
Carlos Girón
Y entre los grandes del agua, Carlos Girón, el clavadista que hizo historia en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.
Medallista de plata, símbolo de elegancia, precisión y orgullo nacional. Girón fue pionero, un referente que inspiró a toda una generación de clavadistas mexicanos.
Su sonrisa después de cada salto se quedó grabada en la memoria del país, como reflejo de disciplina, arte y entrega.
Más allá del trampolín, fue embajador del deporte mexicano, ejemplo de humildad y respeto.
Es tradición
Son solo algunos ejemplos de tantos hombres y mujeres que, aunque ya no están físicamente, siguen inspirando con su legado.
Porque en México, la muerte no apaga la pasión… la convierte en tradición.
En este Día de Muertos, el deporte también levanta su altar. Con flores de cempasúchil, un balón, unos guantes, una medalla, y una bandera mexicana al centro.
Porque las leyendas nunca mueren, solo cambian de cancha.
En Expresión Deportiva, hoy jugamos con la memoria encendida. Porque en el deporte, como en la vida…los grandes nunca se van, solo cambian de uniforme.




