Redacción: Pablo Gómez
Los horarios volvieron a encender la conversación y esta vez el centro del debate es el América. La Liga MX programó tres partidos de ida en miércoles y solamente uno en jueves, y muchos señalan que, por el orden natural de la cartelera, a las Águilas les tocaba jugar el jueves. Sin embargo, fueron movidos al miércoles, y eso abrió la puerta a acusaciones de favoritismo.
Diversos analistas han criticado la decisión porque jugar antes podría darle al América un día extra de descanso rumbo a la vuelta. Además, al ser el equipo de mayor audiencia, el movimiento alimentó la idea de que la Liga acomoda la cartelera según conveniencia televisiva y no necesariamente deportiva. En redes, miles de aficionados reclamaron falta de transparencia y pidieron criterios claros para definir los horarios de la Liguilla.
La respuesta fue inmediata.
La Liga argumentó que el acomodo se debe a temas de logística, seguridad, disponibilidad de estadios y televisión. Y el técnico André Jardine defendió a su equipo asegurando que no existe diferencia real entre jugar miércoles o jueves y que el América está preparado para cualquier día. Según él, el ruido es externo y no afecta el trabajo del plantel.
El verdadero debate es si un día extra de descanso realmente influye. En teoría sí ayuda en recuperación y planificación, pero también depende del rival, del viaje, del clima y del estado del plantel. No es la primera vez que la Liga realiza ajustes que generan sospechas, pero ahora el foco está sobre el club más mediático del país y por eso la conversación se calentó más de lo habitual.
La Liguilla arranca con polémica desde antes del primer silbatazo. La pregunta que queda en el aire es si estos horarios representan una ventaja o simplemente son parte de la logística habitual del futbol mexicano. Lo que está claro es que la conversación ya se encendió… y la cancha tendrá la última palabra.




