Redacción: Angie Subías
La Jaiba Brava se proclamó campeón de la Liga de Expansión MX tras imponerse a los Freseros de Irapuato. El encuentro, pese a las expectativas generadas, ofreció pocas acciones de peligro durante la mayor parte del tiempo. El partido se disputó en el Estadio Tamaulipas. La presencia y el aliento de la afición local fueron determinantes para crear un ambiente de intensa presión y emoción desde los primeros minutos.
El apoyo de las gradas hizo retumbar el inmueble. Mientras, los sentimientos de nerviosismo, ilusión y tensión se apoderaban tanto de los jugadores como de los seguidores de ambas escuadras. El desarrollo del encuentro sorprendió a los asistentes.
Durante casi todo el tiempo reglamentario, el marcador se mantuvo sin goles, con un ritmo cortado y pocas oportunidades claras. Se perfiló un escenario similar al del partido de ida en el Estadio Sergio León Chávez, donde tampoco se lograron hacer daño.
El momento decisivo llegó al minuto 89.
Jesús Escoboza, delantero de la Jaiba Brava, se internó en el área rival y encaró al guardameta Humberto Hernández. En su intento por evadirlo, el arquero derribó al atacante. Esto provocó que el árbitro señalara la pena máxima a favor del conjunto local. Desató la euforia en las tribunas y cambió por completo el rumbo del encuentro.
Con la ventaja en el marcador, la Jaiba Brava resistió los últimos instantes del partido. Cuidaron cada balón y consumieron el tiempo reglamentario. Fue hasta el minuto 95 cuando el silbatazo final resonó en el Estadio Tamaulipas. Desató la celebración de jugadores, cuerpo técnico y miles de aficionados que invadieron de alegría el recinto.
Celebraron con una caravana
Tras el campeonato, la celebración se trasladó a las calles con una caravana conmemorativa. Los seguidores celestes acompañaron a su equipo en un festejo que se extendió por la ciudad. El título no solo representó un logro deportivo. También fue la consolidación de un vínculo profundo entre el club y su afición. Se demostró que la Jaiba Brava no camina sola y que su historia sigue escribiéndose con el respaldo incondicional de su gente.
De igual manera, cabe destacar que el equipo campeón mantuvo su condición de invicto hasta el final del torneo. Esto reflejó el trabajo colectivo, la disciplina táctica y el carácter que lo acompañaron a lo largo de toda la competencia. Asimismo, tanto la Jaiba Brava como los Freseros llegaron a esta instancia en condición de invitados. Demostraron que el nivel competitivo de estos clubes puede estar a la altura de las grandes expectativas de estos eventos.




