Las autoridades sanitarias de México y organismos de salud internacionales mantienen vigilancia intensificada ante la creciente circulación de la influenza A H3N2.
Es una variante del virus gripal que ha sido denominada en medios como la “súper gripe” por su elevada transmisibilidad y el aumento sostenido de casos en varios países durante la actual temporada invernal.
¿Qué es la H3N2 y cuál es su origen?
El virus de la influenza A H3N2 es uno de los subtipos más antiguos y conocidos de la gripe humana, circulando estacionalmente desde finales de la década de 1960 después de su emergencia a partir de un virus de origen aviar adaptado a humanos. Cada año, el virus de la influenza circula con variaciones menores que le permiten evadir parcialmente la inmunidad poblacional.
Esta súper gripe está asociada a una versión mutada de este virus conocida como subclado K (también identificado en nomenclaturas científicas como J.2.4.1). Este subclado ha experimentado cambios genéticos en proteínas de superficie que facilitan su transmisión entre personas y han impulsado un repunte de casos en Norteamérica, Europa y otras regiones.
¿Cómo actúa en el cuerpo?
Al igual que otros virus de la influenza, H3N2 infecta principalmente las células del epitelio respiratorio superior. El virus se adhiere a las células de la nariz, garganta y pulmones, se replica y provoca la muerte celular y una respuesta inflamatoria del sistema inmunológico. Los síntomas típicos comienzan entre 1 y 4 días después de la exposición. Pueden incluir fiebre alta, tos, dolor de garganta, dolor muscular, fatiga, dolor de cabeza y congestión nasal.
En algunos casos, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados, esta infección puede progresar a complicaciones más graves como neumonía secundaria, deshidratación o exacerbación de enfermedades crónicas.
Alerta sanitaria global y respuesta de la OPS
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha llamado a reforzar la vacunación contra la influenza y a intensificar los diagnósticos y estrategias de vigilancia epidemiológica en todo el hemisferio norte. La OPS subraya que la vacunación continúa siendo la medida preventiva más eficaz contra las formas graves de enfermedad respiratoria en esta temporada.
Europa y algunos aeropuertos internacionales están en alerta por este brote. Con su más reciente mutación provocó incluso el regreso del cubrebocas, como en la era de la pandemia de COVID.
Reportada principalmente en Reino Unido, Japón, Estados Unidos, Canadá y España, el riesgo de que este tipo de gripe se propague por el mundo es alta, especialmente durante la temporada de diciembre en la que aumentan los viajes internacionales.
H3N2 en México
Los reportes oficiales sobre la presencia del subclado K de H3N2 en México son objeto de aclaración por parte de las autoridades sanitarias. Inicialmente, la Secretaría de Salud informó que no se habían identificado casos confirmados de la variante denominada súper gripe dentro del país, aunque manifestó que el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) mantiene monitoreo permanente para la detección oportuna de cualquier caso sospechoso.
No obstante, diversas fuentes periodísticas y reportes de medios señalan la confirmación de un primer caso de influenza A H3N2 subclado K en un paciente atendido en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). Mismo que recibió tratamiento antiviral y actualmente se recupera en casa sin complicaciones graves. La discrepancia entre comunicados oficiales y reportes mediáticos refleja aún análisis en curso por parte de las autoridades sobre la circulación específica de esta variante en México.
Prevención ante infuenza H3N2
La súper gripe o influenza H3N2 representa un mayor riesgo de complicación en personas con condiciones de salud subyacentes y en grupos específicos:
- Adultos mayores de 65 años
- Niños pequeños, especialmente menores de 5 años
- Personas con enfermedades respiratorias o crónicas
- Embarazadas
- Personas con sistemas inmunitarios comprometidos
Las recomendaciones de salud pública para reducir el riesgo de contagio y limitar la propagación incluyen:
1. Vacunación anual contra la influenza
La vacuna antigripal, aunque puede tener una eficacia reducida contra algunas variantes mutadas, sigue siendo la herramienta principal para disminuir la severidad y las hospitalizaciones asociadas a la infección.
2. Prácticas de higiene personal
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón
- Uso de cubrebocas en espacios cerrados o concurridos
- Cubrirse al toser o estornudar
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas
3. Atención médica oportuna
Acudir a servicios de salud ante la aparición de síntomas respiratorios agudos, con especial atención a fiebre alta, dificultad para respirar o síntomas que no mejoran con el tiempo.
4. Medidas de aislamiento
Quedarse en casa y evitar asistir a lugares públicos cuando se presentan síntomas gripales para prevenir contagios adicionales.




