Durante diciembre, el gobierno de los Estados Unidos (EE.UU), liderado por Donald Trump, endureció aún más las sanciones contra Venezuela. Esto tras el inicio de un “conflicto” que ha ido escalando desde agosto de este año cuando Washington incrementó la presencia militar en el Caribe, justo alrededor de Venezuela.
Durante este tiempo, estuvieron atacando embarcaciones y buques pesqueros que EE.UU., calificó como “narco-terrorismo”. Tras el despliegue militar que realizaron en septiembre y los meses continuos, Estados Unidos, comenzó la operación “Southern Spear”.
En respuesta a todas las amenazas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a Washington de violar el derecho internacional. También de promover un intento de cambio de régimen para apropiarse del petróleo del país. Maduro, llamó a los venezolanos a enlistarse para pelear de ser necesario.
La escalada entre ambas naciones, ha tenido advertencias de Rusia y llamados a la calma de los países Latinoamericanos. Sin embargo, este “conflicto” provoca una preocupación mundial ante un conflicto militar en el Caribe.
Escalada militar en diciembre
El 16-17 de diciembre, el presidente Trump ordenó un bloqueo “total y completo” de buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, intensificando la presión económica sobre Caracas. Los buques están bloqueados bajo el argumento de cortar ingresos al gobierno de Maduro.
También designó al gobierno de Maduro como “organización terrorista extranjera” y afirma que Venezuela ha “robado” recursos como petróleo, tierra y otros activos que deben ser devueltos a Estados Unidos.
Tras estas declaraciones, varios barcos sancionados comenzaron a desviarse o detenerse fuera de puertos venezolanos por temor a ser capturados.
Por otra parte, operaciones militares y ataques a embarcaciones en el Pacífico y el Caribe continúan con la alegación de combatir tráfico de drogas. Diversos reportes señalan que un ataque reciente mató al menos a cuatro personas, elevando la cifra total de muertes en este tipo de operaciones a cerca de 99 desde septiembre.
Nicolás Maduro y la respuesta venezolana
Maduro, por su parte, ha calificado las acciones de EE.UU. como violaciones al derecho internacional y “operaciones ilegales en el Caribe”. Asegura que Venezuela no representa una amenaza para la región y que su país es una “garantía de seguridad” hemisférica, rechazando la narrativa estadounidense.
En múltiples discursos oficiales, el líder venezolano niega que su gobierno financie narcotráfico y acusa a Washington de buscar un “cambio de régimen” y apropiarse de recursos venezolanos. Él afirma que Trump busca convertir a Venezuela en una colonia o “gobierno títere”.
Maduro también acusó a Trinidad y Tobago de colaborar con EE.UU. en la supuesta “apropiación de crudo venezolano”, reflejando tensiones regionales ampliadas. Hizo un llamado a las fuerzas militares y aliadas de la región a una “unión perfecta” para hacer frente a lo que considera amenazas externas.
Reiteró que cualquier intervención militar estadounidense provocaría resistencia activa, advirtiendo que un ataque implicaría graves consecuencias políticas y sociales.




