Celaya, Guanajuato
Desde la medianoche de este martes 28 de octubre, miles de peregrinos comenzaron a recorrer las calles de Celaya rumbo a la Capilla de San Judas Tadeo, en la comunidad de La Concepción. A pie, en bicicleta, motocicleta o automóvil, entre rezos, cantos y lágrimas de fe, los devotos avanzaron cumpliendo mandas, agradeciendo milagros o pidiendo la intercesión del santo patrono de las causas difíciles.
Figuras de todos los tamaños, imágenes de yeso, vestimentas alusivas, tatuajes y estandartes acompañaron el camino de quienes, movidos por la esperanza, llenaron de color y fervor las laterales de la carretera Celaya–Dolores Hidalgo. También se multiplicaron los gestos de solidaridad con agua, café y alimentos ofrecidos por otros creyentes.
“Este es el primer año de Tadeo, de su manda, ya venimos a su manda a verle y ya…
El tema de la mami de Tadeo era complicado, ¿no? y recorriste a San Judas ¿para?
Para que se lograra.Este primer año, ¿cómo lo viviste? ¿Qué hiciste y cómo llegaste hasta acá, hasta La Concepción?
Raúl Ramos, Devoto a San Judas y Padre del Pequeño Tadeo
Pues su manda era caminando, nosotros íbamos caminando y… Pues ya aquí está, ya vino a verlo, ya cumplimos con su manda.”
Entre los miles de asistentes destacó la presencia de Raúl Ramos, quien realizó su primer recorrido acompañado de su hijo, el pequeño Tadeo. Ambos cumplieron con la manda que nació tras un momento difícil para su familia, cuando la madre del niño enfrentó un embarazo de alto riesgo.

Con profunda fe, Raúl encomendó su causa a San Judas Tadeo y, tras el nacimiento de su hijo, decidió cumplir la promesa caminando hasta la capilla en señal de agradecimiento por el milagro concedido.
“¿Anteriormente de tu pequeño ya habías recorrido a San Judas para algo?
No, nunca.¿Y fue de inmediato que te la concedió, de que salvó a tu señora la mamá y el niño llegó bien? ¿O cómo fue, tuviste que volver a recurrir a venir, a pedirlo de alguna otra forma? ¿O cómo fue ese contacto divino?
Raúl Ramos, Devoto a San Judas y Padre del Pequeño Tadeo
No, pues sí, llegó bien y salió todo bien, nada más que pues... Tuvimos la manda y pues hasta ahora se la tuvimos pa' eso, pa' ahora.”
Hoy, con el niño en brazos, Raúl regresó para agradecer y compartir su testimonio de esperanza. Expresó su deseo de repetir la manda cada mes como muestra de gratitud y devoción, convencido de que su fe y la protección del santo acompañarán siempre a su familia.
En medio del fervor colectivo, historias como la suya se entrelazan con las de miles de creyentes que, año con año, hacen de esta peregrinación una celebración de fe, vida y agradecimiento.




