Celaya, Guanajuato
Una serie de hechos violentos ocurridos en un mismo punto de la ciudad, tras un periodo previo de diez días sin homicidios, obligó a replantear la lectura del comportamiento delictivo reciente. También ajustar la estrategia operativa en zonas comerciales clave. La secuencia de ataques consecutivos evidenció un repunte en delitos de alto impacto, incluidos homicidios y posibles casos de extorsión. Levó a reforzar el análisis sobre su origen y dinámica.
La valoración policial apunta a que, aunque no hay personas detenidas, sí existen identificaciones claras de los presuntos responsables. Así como seguimiento de sus movimientos y líneas de investigación sólidas ya integradas y canalizadas a la Fiscalía.
Los eventos registrados en la misma área son analizados con cautela, sin establecer relaciones anticipadas, priorizando la inteligencia operativa, la recopilación de indicios y la coordinación interinstitucional para esclarecer responsabilidades.
“No tenemos ahorita el conocimiento que esté surgiendo otra vez el tema de las extorsiones, pero sí estamos colaborando con la fiscalía del hecho del día de hoy y también con el personal de la central de Abastos. Con los dirigentes hemos estado platicando. ¿No hubo un reclamo de parte de los dirigentes justamente porque usted ayer afirmaba que hay disminución, pero en la calle la gente no dice eso? Los delitos son esporádicos, no se pueden predecir.
Vamos a ver por qué fue este hecho. No puedo decir ahorita que está disminuyendo y al día anterior hay un evento. Eso no se puede predecir.
Sí hemos estado trabajando en el tema de la disminución de delitos, del tema de las extorsiones. Hemos colaborado con el Estado también para poder dar toda la información posible. Hemos tenido algunos resultados de detenciones.
Claro, eso no podemos dar a conocer los nombres y los lugares porque es un tema que está en investigación.”
Bernardo Rafael Cajero Reyes, Director de la Policía de Celaya
Frente a este escenario, se delineó el fortalecimiento de la presencia policial y federal, con ajustes tácticos, mayor despliegue preventivo y trabajo permanente con autoridades estatales y federales.
La postura institucional subraya que los delitos no siguen patrones previsibles, pero sí exigen una respuesta estratégica continua, basada en análisis puntual de los hechos, reacción inmediata y evolución constante de las acciones de seguridad.




