El fútbol mexicano atraviesa un momento sombrío tras la dolorosa noticia de la lesión de Santiago Giménez, que lo mantendrá fuera de las canchas por tres largos meses. El ariete del Feyenoord, que había brillado con luz propia en la Eredivisie, se vio forzado a abandonar el partido contra el NAC Breda en camilla, dejando a los aficionados con el corazón en un puño.
Con cada jornada que pasa, la sombra de su ausencia se cierne sobre la selección mexicana y el club neerlandés, donde se anticipaban noches de gloria en la Champions League. Ahora, su regreso se asoma como una esperanza lejana, y el 2025 parece un horizonte que se dilata.
¿Quién tomará la batuta en el ataque del Tri?
Raúl Jiménez, el veterano que ha luchado contra adversidades, podría ser la respuesta y que incluso ha sido pionero en el goleo del Fulham de Inglaterra, pero su propia sombra de lesiones lo acecha. Henry Martín, con su garra y compromiso, es otro candidato, pero la presión que implica reemplazar a ‘Santi’ es descomunal.
Y qué decir de Memo Martínez, el celayense que busca brillar en el escenario internacional. Cada uno de ellos lleva la carga de las expectativas y los sueños de una afición que ve en la figura de Giménez una promesa de futuro que ahora se tambalea.
Pero la herida es más profunda, no solo por el impacto en la selección, sino también por las oportunidades que se esfuman en el Feyenoord.
Los ecos de una posible transferencia a un club de mayor envergadura se desvanecen, y su valor en el mercado se desploma.
Con el paso del tiempo, las dudas sobre su regreso y su forma podrían afectar no solo su carrera, sino el rumbo del futbol mexicano. La fe se convierte en la única aliada en este proceso de recuperación, y el deseo de que ‘Chaquito’ regrese más fuerte que nunca se aferra en el corazón de cada aficionado.