
Sergio “Checo” Pérez fue sancionado después de abandonar la carrera en la vuelta 53 del Gran Premio de Canadá. Pérez llevó su monoplaza a boxes, pese a que el alerón trasero estaba destrozado y soltaba trozos de fibra de carbono, poniendo en riesgo a otros pilotos.
Los comisarios determinaron que condujo en condiciones inseguras y lo penalizaron con tres puestos en la parrilla del próximo Gran Premio de España, del 21 al 23 de junio.
Según RacingNews365, Pérez no tomó esta decisión por iniciativa propia, sino que fue una orden directa de Red Bull para evitar la aparición de un Safety Car que pudiera poner en riesgo la victoria de Max Verstappen en el circuito Gilles Villeneuve. Esta afirmación se apoya en el comunicado de la FIA, que explica.
“Después de entrar en contacto con las barreras en la curva seis, el piloto continuó en pista durante el resto de la vuelta con un neumático muy dañado y, por lo tanto, perdió varias piezas de fibra de carbono cuando regresaba a la pista. El equipo confirmó que se había aconsejado al piloto que llevara el coche a boxes, ya que intentaban evitar una situación de Safety Car”.
En la vuelta 53, Verstappen lideraba la carrera con una ventaja de solo 5.5 segundos sobre Lando Norris de McLaren, quien esperaba la aparición de un Safety Car para tener una oportunidad de luchar por la victoria en la recta final del GP de Canadá. RacingNews365 señaló que
“Red Bull quería evitar un nuevo reinicio por un coche de seguridad que habría reagrupado a todos los coches, permitido a Lando Norris, y a los pilotos que estaban detrás, potencialmente pasar a Verstappen en las etapas finales”.
La sanción a Pérez resalta sus deficiencias en situaciones críticas y su complicada relación con la FIA. Mientras Red Bull busca proteger sus intereses a costa de penalizaciones para sus pilotos, también pone en evidencia una falla en la estructura de responsabilidad dentro del equipo.
Aunque la estrategia buscaba proteger la ventaja de Max Verstappen, esta instrucción comprometió la seguridad en pista y resultó en la sanción del piloto, quien simplemente siguió órdenes. Eh ahí la responsabilidad de Checo Pérez, que radica en su papel como piloto profesional para evaluar y priorizar la seguridad en pista, incluso cuando recibe instrucciones de su equipo.