Claudia Sheinbaum, presidenta electa con el mayor respaldo en las elecciones de 2024 por Morena, PT y PVEM, enfrenta un reto crucial al delinear su plan nacional del deporte.
En medio de la recolección de propuestas para su agenda deportiva, la continuidad de Ana Guevara en la CONADE está bajo intenso escrutinio.
La gestión de Guevara ha sido criticada por atletas y entrenadores, quienes se sienten desatendidos, y su futuro pende de un hilo con la inminente decisión de Sheinbaum.
El panorama se complica con la aparición de nuevos contendientes. Rommel Pacheco, ex clavadista y ahora político de Morena, ha expresado su disposición a liderar la CONADE tras una campaña fallida por la alcaldía de Mérida.
Por otro lado, María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano, también suena como una candidata sólida debido a su amplia experiencia y cercanía con Sheinbaum. Incluso el ex futbolista Moisés Muñoz ha manifestado su interés, respaldado por su amistad con la presidenta electa y su reciente incursión en la política.
La administración de Andrés Manuel López Obrador dejó claras las deficiencias en el sector deportivo y ahora Sheinbaum debe demostrar si puede superar estos obstáculos con una dirección renovada y comprometida con los ideales que pregona.
Un punto crítico que no puede ser ignorado es el conjunto de escándalos de corrupción que han envuelto a Ana Gabriela Guevara durante su gestión. Estos incidentes han manchado su administración y debilitado la confianza de la comunidad deportiva.
Para avanzar hacia una gestión más transparente y efectiva, es imperativo que Guevara abandone el puesto, permitiendo así una nueva dirección, libre de controversias en el deporte nacional bajo el liderazgo de Sheinbaum.