Redacción: Angie Subías
La selección de fútbol de Portugal se proclamó campeona del mundo en la categoría Sub-17 después de vencer por la mínima a Austria, en una final cerrada y de pocas oportunidades. Con este triunfo, el conjunto portugués levantó por primera vez la copa mundial, consolidando una actuación sobresaliente a lo largo del torneo.
El camino hacia el título comenzó a tomar forma desde los octavos de final, cuando Portugal se enfrentó a la selección mexicana, que llegaba inspirada tras eliminar a la selección albiceleste en una emocionante tanda de penales. Sin embargo, los portugueses impusieron un dominio absoluto y terminando 5-0 para avanzar con autoridad.
Ya en los cuartos de final, Portugal se midió ante Suiza y volvió a demostrar su solidez ofensiva y orden táctico. El encuentro terminó 2-0, resultado que les permitió mantener su paso firme hacia la antesala de la final.
La semifinal representó el reto más exigente del torneo: Brasil. En un duelo intenso y equilibrado, los brasileños presionaron hasta el final, obligando a definir el pase en una dramática tanda de penales. Portugal se impuso 6-5, asegurando así su boleto a la recta final del torneo.
En la gran final ante Austria, el encuentro se mantuvo cerrado y con escasas ocasiones para ambos equipos. No obstante, un gol oportuno bastó para inclinar la balanza a favor de Portugal, que sostuvo la ventaja hasta el último instante del encuentro.
Con su victoria en el campeonato mundial Sub-17, Portugal escribe una nueva página en su historia futbolística. El equipo demostró capacidad, disciplina y un notable desempeño colectivo en cada uno de sus partidos, coronando una campaña que quedará marcada como un logro para el país e impulsando una generación de jóvenes futbolistas que ya ilusiona al futuro dentro de este deporte.




