
Celaya, Guanajuato
Los estudiantes del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Guanajuato (CECYTEG) están preparados para resguardarse ante hechos de violencia que se puedan registrar en las inmediaciones de sus planteles. Alumnos del plantel Celaya lo demostraron ante una persecución que se registró en la autopista la semana pasada.
La directora general del CECYTEG, Angélica Medina Rivero, resaltó que la pérdida de la vida de un alumno, un maestro o un padre de familia de esta institución sería una lamentable noticia.
Por ello desde hace varios años se ha implementado un protocolo de seguridad en sus planteles. En el cual al escuchar disparos, deben resguardarse. Una vez que las autoridades descartan riesgos se retoman las actividades educativas.
“Hay un protocolo muy particular en CECYTEG que decidimos, el cuerpo directivo implementarlo, si bien no es un protocolo federal o un protocolo escolar decidimos hacerlo, porque a mí me queda muy claro que si en algún momento hubiese alguna mala noticia por una bala perdida ante una situación de este tipo sería muy lamentable la pérdida de un maestro, de un padre de familia, de un alumno, entonces, en el momento que escuchen, ellos ya lo saben distinguir si es un cuete, si es una llanta ponchada, o si es una detonación de arma, en el momento que la gente ya sabe que es una arma y los chicos se tienen que salvaguardar”.
Angélica Medina Rivero, directora del CECYTEG
Del hecho sucedido la semana pasada, la directora recalcó que no fue cerca del plantel Celaya. Al escuchar las detonaciones, los estudiantes atendieron el protocolo. Este está considerado dentro de los protocolos de Protección Civil como los de sismos, inundaciones e incendios.
Ante la presencia de armas en dos escuelas secundarias del municipio, Medina Rivero consideró necesaria la aplicación de los operativos mochilas. Sin embargo, estos son considerados como una violación a los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes.
Por ello, no pueden aplicarse como institución, por lo que acuden a los padres de familia para que ellos organicen estos protocolos.