El debate presidencial en Estados Unidos, entre los candidatos Kamala Harris y Donald Trump comenzó con un apretón de manos. Sin embargo, de inmediato el encuentro quedó opacado entre ataques que encabezó la demócrata y diversos datos falsos que pronunció Donald Trump.
Los candidatos abordaron temas como el aborto, la economía, la inmigración y los problemas legales de Trump en su combativo primer debate en medio de una reñida carrera electoral.
Tras el final del encuentro, la campaña de la demócrata convocó a su rival a un segundo debate.
El exmandatario ignoró la pregunta del moderador sobre los dichos racistas contra Kamala Harris, asegurando que no le importa con qué se identifique. Harris lo criticó tanto a él como a su familia por su pasado racista cuando eran empresarios de bienes raíces.
La vicepresidenta aseguró que el mandato de Trump en materia internacional ha sido deplorable. Añadió que es débil en política internacional y le reiteró que ha defendido a dictadores como el de Corea del Norte y Rusia.
Trump se defendió diciendo que Podría resolver el conflicto entre Ucrania y Rusia aún incluso antes de asumir la presidencia.
En los alegatos finales, la vicepresidenta Kamala Harris aseguró que los estadounidenses tienen mucho más en común que las divisiones, en que prometió bajar el coste de la vida, respetar a la nación y que será la presidenta quien defienda los derechos.