Ciudad de México
Redacción: Carlos Lara
En un hecho histórico, más de 13.5 millones de peregrinos arribaron a la Basílica de Guadalupe para conmemorar el 494 aniversario de la aparición de la Virgen Morena en el Cerro del Tepeyac. La fe y la devoción se hicieron presentes en cada paso, en cada canto y en cada plegaria que llenaron las calles de la Ciudad de México.
Para garantizar la seguridad de los asistentes, la Secretaría de Seguridad Ciudadana desplegó más de 5 mil elementos, apoyados por drones y helicópteros, mientras que la Guardia Nacional sumó 421 efectivos en vialidades y 360 en inmediaciones del recinto.
La magnitud del evento también se reflejó en la atención sanitaria: 3,441 atenciones médicas dentro del atrio y 2,476 en el exterior, la mayoría por deshidratación y cansancio, con solo ocho traslados hospitalarios.
El ambiente se llenó de cantos a la Virgen, entonados por miles de voces que, al unísono, transformaron la explanada en un coro de esperanza y gratitud. Cada estrofa fue un recordatorio de que la fe no solo se vive en silencio, sino también en comunidad, con música que atraviesa generaciones.
Este encuentro multitudinario no solo es una expresión de religiosidad, sino también un recordatorio de la fuerza que tiene la fe para unir a millones en un mismo propósito. La Virgen de Guadalupe, símbolo de identidad y esperanza, convoca a reflexionar sobre la capacidad de un pueblo para caminar juntos, cuidarse unos a otros y mantener viva una tradición que trasciende siglos.




