Se cumple un año de la implosión del submarino Titan, uno de los accidentes que han marcado a la comunidad marítima y entre los entusiastas de la exploración submarina.
Titan, diseñado para misiones de investigación de hasta 4 mil metros de profundidad, se vio envuelto en un accidente catastrófico que resultó en su pérdida total y la trágica muerte de sus tripulantes, el suceso conmocionó al mundo debido a que los involucrados en la expedición reportaban un descenso minutos antes implosionar.
Cuando se informó que se había retrasado esa tarde, los rescatistas se apresuraron a enviar barcos, aviones y otros equipos a la zona, a unos 700 kilómetros al sur de St. John’s, Terranova.
Los cinco tripulantes murieron: Stockton Rush, operador de Titan, dos miembros de una prominente familia paquistaní, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood; el aventurero británico Hamish Harding; y el experto en el Titanic Paul-Henri Nargeolet.
Las autoridades marítimas, junto con expertos en ingeniería naval y seguridad submarina, concluyeron que la “implosión catastrófica” fue causada por una combinación de factores, incluidos posibles defectos estructurales en el diseño del casco y condiciones extremas de presión en las profundidades a las que operaba Titan.