En México se declaró el 23 de mayo como Día del Estudiante en conmemoración al movimiento estudiantil de 1929, que llevó a la entonces Universidad Nacional a adquirir la autonomía.
Todo comenzó cuando el 22 de septiembre de 1910, bajo el mandato del presidente Porfirio Díaz, se inauguró la Universidad Nacional Autónoma de México.
En este momento los alumnos comenzaron a organizarse dentro de una Federación, la cual organizó congresos con regularidad. Lo anterior creó una conciencia de grupo entre los estudiantes.
Las autoridades universitarias decidieron hacer dos cambios:
- Aumentar un año a la educación preparatoria y cambiar los exámenes profesionales en la Facultad de Derecho, lo cual provocó que los alumnos de dicha facultad se inconformaran.
- Intentaron negociar con las autoridades quienes se negaron a ello.
Estos problemas se acentuaron con la imposición de reformas educativas que no contaban con su consenso.
Ante este panorama, los estudiantes decidieron organizarse y exigir mayores libertades y autonomía en la gestión de la universidad.
La autonomía universitaria permitió a la UNAM administrar sus propios recursos, diseñar sus programas académicos y elegir a sus propias autoridades sin intervención del Estado, garantizando, a su vez, la libertad de cátedra y de investigación.