El telescopio espacial James Webb superó su propio récord de rango de observación al detectar la galaxia más distante y antigua que se haya descubierto, que existió 290 millones de años después del Big Bang, anunció la NASA.
Esta brillante galaxia presenta particularidades que tienen “profundas implicaciones” para comprender las primeras edades del universo.
En astronomía, ver lejos es lo mismo que retroceder en el tiempo. Por ejemplo, la luz solar tarda ocho minutos en llegar a la Tierra y por eso vemos al Sol como era hace ocho minutos, al mirar aún más lejos, es posible percibir esos objetos como eran hace miles de millones de años.
Cuando el brillo de las galaxias más distantes llega a la Tierra, la expansión del universo va estirando y desplazando esa luz hacia el rango infrarrojo, un espectro que el James Webb es capaz de detectar con una claridad sin precedentes.
Este mega telescopio opera únicamente en el espectro infrarrojo para explorar el universo más joven, una de sus principales misiones.