El talco fue clasificado como posible cancerígeno por la Agencia para el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, que también ha clasificado como cancerígeno el acrilonitrilo, un compuesto utilizado en la producción de polímeros.
El talco, un mineral natural extraído en muchas regiones del mundo, es probablemente cancerígeno a partir de una combinación de estudios parciales en seres humanos y pruebas suficientes obtenidas a partir de animales de laboratorio.
La exposición ocurre principalmente en el entorno laboral durante la extracción, molienda o procesamiento del talco, o durante la fabricación de productos que lo contienen. Para la población en general, la exposición ocurre principalmente a través del uso de cosméticos y polvos corporales que contienen talco.
En la década de 1970 surgió una preocupación sobre la contaminación del talco con amianto, que a menudo se encuentra cerca de los minerales utilizados para fabricar talco, posteriormente, estudios señalaron un mayor riesgo de cáncer de ovario en las usuarias de talco.
La Organización Mundial de la Salud, también ha clasificado como cancerígeno para los humanos el acrilonitrilo, un compuesto orgánico volátil utilizado principalmente en la producción de polímeros, esta decisión se basa en pruebas suficientes de cáncer de pulmón y pruebas limitadas de cáncer de vejiga en humanos, estos polímeros se utilizan en fibras para ropa, alfombras, plásticos para productos de consumo o piezas de automóviles.