El 12 de agosto, tras coronar la cumbre del Pico Pobeda (7 439 m), Natalia sufrió una caída que le provocó una fractura en la pierna durante el descenso, dejándola inmovilizada en una cresta empinada.
Su compañero Roman improvisó un campamento de emergencia montando una tienda, con algunos víveres y un hornillo de gas. Partió hacia el campo base en busca de ayuda.
En un gesto de solidaridad, el alpinista italiano Luca Sinigaglia y un montañista alemán lograron alcanzarla al día siguiente para entregarle algunos víveres y compañía temporal. Sin embargo, el esfuerzo cobró una terrible factura. Una tormenta los alcanzó durante el descenso y Sinigaglia falleció debido a un edema cerebral (otros informes mencionan congelamiento).
Intentaron rescatarla en helicóptero
Días después, el 16 de agosto, un helicóptero militar Mi-8 trató de evacuar a la alpinista, pero fue imposible acercarse. El aparato debió realizar un aterrizaje forzoso a unos 4 600 m, lo que causó lesiones tanto en los pilotos como en el personal rescatista.
El 19 de agosto, en medio del aislamiento y sin apenas suministros, un dron logró registrar señales de vida de Natalia en su tienda, lo que renovó la esperanza por unos días.
Con el paso del tiempo, el clima empeoró y los rescates se volvieron inviables. Un Eurocopter declinó participar al confirmar que las condiciones no permitían un vuelo seguro.
Un final anunciado
El 23 de agosto, el Ministerio de Emergencias de Kirguistán anunció la suspensión definitiva del operativo de rescate. Esto ante el endurecimiento del clima y la imposibilidad técnica de avanzar.
Finalmente, el 27 de agosto, nuevos sobrevuelos con dron termográfico no hallaron señales de vida en la tienda de Natalia. Desde el campamento base South Enilchek, Eduard Kubatov, jefe de la Federación de Montañismo de Kirguistán, comunicó que todas las operaciones habían sido detenidas.
“Desafortunadamente, tenemos que tener en cuenta que no hay señales de vida de Natalia Nagovitsyna...”
La Federación declaró oficialmente que dieron por muerta a la alpinista. Las imágenes grabadas por drones serán entregadas personalmente a su hijo. Se planea intentar recuperar sus restos durante la primavera, cuando las condiciones en el Pico Pobeda sean menos extremas.
Era una alpinista experimentada
Este desenlace adquiere matices aún más dramáticos si se considera el trasfondo personal. En 2021, durante una expedición al Khan Tengri, su esposo Sergei falleció al sufrir un derrame cerebral a casi 7 000 m. Natalia permaneció a su lado hasta el final, negándose a descender pese a la insistencia de los rescatistas.
Nagovitsyna aspiraba al título de “Leopardo de las Nieves”, reservado para quien conquiste las cinco cimas más altas de la ex Unión Soviética. Natalia ya había alcanzado cuatro, y solo le faltaba el Pobeda.
El Pico Pobeda uno de los más peligrosos
La historia de Natalia Nagovitsyna es un relato desgarrador de coraje, solidaridad y sacrificio. Nadie resultó ajeno a esta tragedia—ni el compañero que preparó el campamento, ni los alpinistas que intentaron rescatarla, ni los equipos de rescate que lo dieron todo pese a la imposibilidad técnica.
El Pico Pobeda, de por sí uno de los más peligrosos del planeta, cobró una vida más, sumándose a la lista de científicos y montañistas que no volvieron del que muchos llaman "el pico de los muertos".
Este caso subraya la crueldad de la montaña. Un escenario donde incluso la mayor valentía puede estrellarse contra la implacable alta montaña.




