Rendimos homenaje a la memoria de Stirling Dickinson, oriundo de Chicago, quien llevó el béisbol “Rey de los Deportes” a su máximo esplendor en San Miguel de Allende.
Llegó a la ciudad el 7 de febrero de 1937 de manera accidental, tras recorrer México con Heath Bowman para escribir un libro sobre sus viajes, “Mexican Odyssey”, prologado por el tenor mexicano José Mojica.
Dickinson coincidió en San Miguel con Felipe Cossío del Pomar, apoyando la promoción de la Escuela Universitaria de Bellas Artes. Además de su pasión por el golf, dedicó su energía al béisbol.
Formó, vistió y dirigió un equipo notable, integrado mayoritariamente por albañiles locales. Con gran visión del juego, evaluaba a los interesados en distintas posiciones y enfrentaba equipos con refuerzos de San Luis Potosí, advirtiendo a su equipo: "Vienen buenos jugadores, prepárense bien y observen".
Actualmente, el estadio de béisbol de San Miguel de Allende lleva su nombre, perpetuando su legado entre la afición de la ‘Pelota Caliente’ que lo recuerda con cariño y respeto.