Recientemente la comunidad científica compartió la presencia de fentanilo y otras sustancias en delfines nariz de botella en el Golfo de México.
Investigadores de la Universidad de Texas A&M- Corpus Christi, analizaron a 89 delfines algunos de ellos estaban vivos y otros muertos. De los 30 delfines que mostraron presencia de fármacos, 18 de ellos dieron positivo a fentanilo y en todos los delfines post mortem también se detectó esta sustancia.
Otros fármacos encontrados en los delfines fueron carisoprodol, un relajante muscular, y meprobamato, un sedante usado para tratar la ansiedad.
National Geographic indica que este hallazgo refuerza la creciente evidencia de la contaminación farmacéutica en los ecosistemas marinos. Apenas hace unos meses, se confirmó la presencia de trazas de cocaína en al menos 13 tiburones picudos brasileños.
Las muestras usadas provienen de tres poblaciones de delfines en el Golfo de México, incluida la bahía Redfish y la Laguna Madre en Texas. Además, el estudio incorporó 12 muestras históricas de tejido de delfín recolectadas en 2013 en el estrecho de Mississippi.
¿Cómo se contaminaron?
El estudio indicó que los residuos de estos fármacos tanto humanos como veterinarios llegaron al agua por insuficiencia en las plantas tratadoras de aguas residuales.
“El uso inadecuado de los fármacos puede provocar efectos nocivos, como resistencia a los antibióticos, adicción, sobredosis y mortalidad. Los fármacos se han convertido en micro contaminantes emergentes y constituyen una preocupación mundial creciente, ya que se ha informado de su presencia en ecosistemas de agua dulce, ríos y océanos de todo el mundo”
Dra. Dara Orbach, investigadora principal del proyecto y profesora adjunta de Biología Marina en TAMU-CC
Es importante resaltar que el delfín encontrado al inicio de la investigación se encontraba en la zona del Golfo de México que está cerca del condado de Robstown, el lugar donde se produjo la mayor incautación de fentanilo líquido en la historia de Estados Unidos, en el año 2023.
Este hallazgo subraya la necesidad de monitoreo y regulación para controlar la contaminación farmacéutica en ecosistemas marinos y proteger tanto la fauna como la salud humana.