Hace casi dos meses, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos dio a conocer que tres instituciones financieras de México estaban involucradas en posibles delitos de lavado de dinero.
Uno de los bancos involucrados, CIBanco, interpuso una demanda el 17 de agosto, ante la Corte Federal del Distrito de Columbia en Estados Unidos. El documento señala a el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y la directora de la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN), Andrea Gacki, y con este movimiento, CIBanco busca su desconexión del sistema financiero estadounidense.
Esta acción legal pretende impedir que la próxima orden, a entrar en vigor, bloqué más de 40 mil millones de dólares en activos de fideicomisos para beneficiarios estadounidenses.
CIBanco se defiende
El 25 de junio, FinCEN, con base en la nueva Ley FEND Off Fentanyl Act (estatuto 21 U.S.C. § 2313a), incluyó a CIBanco entre las instituciones de “preocupación principal por lavado de dinero en conexión con el tráfico ilícito de opioides”.
Otro punto que señala CIBanco con esta acción es que la orden emitida por FinCEN, carece de debido proceso, ya que no se le otorgó notificación o una oportunidad de defenderse, lo que según el banco viola la Ley de Procedimientos Administrativos (APA) y la Constitución de EE.UU.
CIBanco denuncia que la orden estadounidense les atribuye la facilitación de operaciones ligadas a organizaciones criminales mexicanas. La descripción incluye a grupos como el Cártel del Golfo, Cártel de los Beltrán Leyva y Cártel Jalisco Nueva Generación.
Consecuencias tras el señalamiento
Aunque la entrada en vigor de la orden fue extendida hasta el 20 de octubre de 2025, las consecuencias ya han impactado a la institución.
El banco sufrió una caída del 25,33 % en los depósitos (también en cuentas de ahorro, corrientes y pagarés), pasando de MXN 50,948 millones en mayo a MXN 38,175 millones en junio.
Esto representa una salida de recursos por más de MXN 12,700 millones, aproximadamente USD 675 millones.




