
Celaya, Guanajuato
Es inimaginable el grado de deshumanización al que se ha llegado en México con campos de exterminio y adiestramiento que dan cuenta de horrores que se cometen para desaparecer a un ser humano. Así calificó el obispo de la Diócesis de Celaya, Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, el hallazgo de uno de estos centros en Teuchitlán, Jalisco.
El prelado mencionó que es deplorable el grado de deterioro de la vida al que se ha llegado y el cual no debe tolerarse. Hizo un llamado la participación de toda la sociedad para cuidar a las familias, a los hijos y promover valores de respeto a la vida.
“Date cuenta de la perversidad a la que se está llegando la humanidad a ya no te importa cómo mates, si hay niños, si hay jóvenes, si están embarazadas. No importa el lugar, puede ser un panteón, puede ser un restaurant, puede ser en la calle.
No importa la hora puede ser ocho de la mañana, pueden estar saliendo de las clases, si hay gente que saliendo del mercado; no importa las circunstancias. El deseo hoy de su humanizado de desaparecer del ser humano no tiene límites”
Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, obispo de la Diócesis de Celaya
El obispo enfatizó que la actualidad se debe tener mucho cuidado con los contenidos en las redes sociales. Los padres deben orientar a sus hijos a no creer en todo lo que ven, a analizar invitaciones de presuntas amistades o solicitudes de empleo. Tampoco a no caer como muchas de las víctimas de este centro de adiestramiento.
De la misma manera, resaltó la amenaza que representa la narcocultura en la actualidad, así como el debate de legalizar algunas drogas y calificándolas como lúdicas y que son un riesgo de salud.