La madrugada de este 1 de octubre, el gobierno de Estados Unidos cerró oficialmente. El Congreso no logró un acuerdo de financiación para el gobierno, justo antes de iniciar el año fiscal en este país. Se derivó luego de que los partidos republicanos y demócratas no llegaran a la resolución de aprobación del proyecto de ley de gastos de Donald Trump.
Todo el desacuerdo se centró en la extensión los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), conocida como Obamacare. Los demócratas se negaron a aprobar cualquier medida de financiación sin concesiones significativas para aumentar o extender los subsidios ampliados de Obamacare que están programados para expirar a fin de año.
Argumentan que el cierre es una “batalla para salvar la democracia y para luchar por un mayor apoyo a la atención médica”. Señalaron que proteger a los estadounidenses de aumentos en las primas médicas.
Por su parte, los republicanos insistieron en que los demócratas debían aprobar un proyecto de financiación provisional "limpio" de siete semanas. Esto sin las demandas de atención médica, y que no había "nada que negociar" hasta que el Gobierno reabriera. El proyecto republicano, aprobado en la Cámara, fracasó en el Senado al requerir 60 votos y no obtener suficiente apoyo demócrata.
El cierre del gobierno
Este es el primer cierre de gobierno desde 2019. A diferencia de los anteriores, el Gobierno de Trump tiene intenciones de usar el lapso de financiación para implementar cambios permanentes en el tamaño y alcance del Gobierno federal.
El presidente Donald Trump y el director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), Russ Vought, advirtieron que el cierre podría utilizarse para realizar recortes significativos. También hablaron de despidos masivos permanentes de empleados federales, especialmente en agencias que no se alinean con las prioridades presidenciales.
De hecho, el cierre ya estaba predestinado a ocurrir, el mismo Trump señaló que “muchas cosas buenas podían salir de un cierre de gobierno”. Incluso, que un cierre le daba la autoridad de eliminar programas impulsados por los demócratas.
Ahora que es una realidad, la Casa Blanca ordenó a las agencias federales implementar sus planes de cierre ordenado. Como parte de esta agenda, Vought anunció la congelación de US$ 18.000 millones destinados a dos grandes proyectos de infraestructura en Nueva York (Túnel Hudson y Segunda Avenida del metro). Esto bajo el argumento de que el Gobierno debe garantizar que los fondos no fluyan con base en principios de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
Por otra parte,los sindicatos de empleados federales, como la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE), demandaron al Gobierno. Buscan bloquear estas amenazas de despidos, argumentando que exceden la autoridad legal durante el cierre.
Consecuencias del cierre
De momento y ante el cierre, las funciones críticas para proteger vidas y propiedades se consideran esenciales y permanecen operativas. Esto incluye a más de 13,000 controladores de tráfico aéreo y agentes de la TSA (sin salario), la seguridad de la frontera sur, operaciones en el Medio Oriente, el FBI, y los pagos de Seguro Social, Medicare y Medicaid.
Por otro lado, se estima que 750.000 empleados federales considerados no esenciales serán suspendidos temporalmente. Otros cientos de miles están suspendidos o trabajando sin salario por el momento.
También los servicios de salud y nutrición se ven amenazadas. Las inspecciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) serán limitadas. Programas de asistencia vital como el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC) están en riesgo de quedarse sin fondos la próxima semana.
Las audiencias en los tribunales de inmigración se retrasaron, aunque la orientación es dispersa y los casos con personas detenidas podrían continuar. El Departamento de Justicia (DOJ) solicitó que se pausen los plazos en demandas que impugnan la reestructuración del gobierno.
Es de señalar que el portal de noticias Reuters, reporta que tras el inicio del cierre, ya se están reportando pérdidas del orden de USD 400 millones por día en compensaciones atrasadas o impacto inmediato.





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