
La precaria vida nocturna de Celaya podría verse más afectada con la salida del equipo de fútbol profesional, Toros de Celaya del circuito de ascenso.
En la última década, lo único que distinguió a Celaya sobre Irapuato y Salamanca, fue que mantuvo la franquicia de fútbol en el circuito de ascenso.
Veracruz sigue insistiendo en llevarse a Puebla (que es el Unión de Curtidores ascendido en 1999 por Valente Aguirre en León), a jugar a Veracruz.
Sin embargo, el gobierno morenista poblano encabezado por Alejandro Armenta, al parecer no va a permitir que eso suceda. Se le desplomaría la poca popularidad y aceptación que tiene.
La gobernadora jarocha, Rocío Nahle al parecer tiene como plan “B” llevarse una franquicia por lo menos de segunda división, o del circuito del ascenso. En Veracruz se dice que sus ojos están puestos en los Toros de Celaya.
El alcalde Miguel Ramírez Sánchez, señaló que va a negociar con la actual directiva para renegociar el contrato del préstamo del estadio Miguel Alemán Valdez. Sin embargo, no está dispuesto a caer en exigencias desproporcionadas.
Al torneo le queda un mes y prácticamente mayo es de transición, pues se ve complicado que Celaya llegue a disputar la final nuevamente y ahora si pueda ser campeón.
La ciudad no tiene una feria destacada, apenas cuenta con un evento decembrino que está en pañales. En caso de irse los Toros del Celaya, se quedaran sin el equipo que les daba un poco de identidad.
Celaya cuenta con poca vida nocturna, no tiene una feria que compita con la organización de Irapuato, y ahora podría perder el fútbol profesional.