Acámbaro, Guanajuato
El mes que lleva suspendido el servicio del Rastro Municipal de Acámbaro resulta complicado para los tablajeros del municipio. El traslado a Tarandacuao para la matanza de su ganado ha generado incremento en sus gastos.
Debido a deficiencias en el saneamiento de aguas y al mal estado de algunas áreas el rastro municipal, la Secretaría de Salud lo suspendió desde el 16 de febrero pasado. A la fecha aún no se pone en funcionamiento, lo que ha provocado afectaciones directas a los productores de la carne que se consume en el municipio.
“Sí, obviamente se genera un poquito de costos extra en cuanto a combustible y lo que conlleva a un traslado más largo, desgaste vehicular y demás. Es en cuanto al sacrificio del ganado, de otra índole son 10 o 15 pesos más del fainado en cuanto a lo que nos cobran aquí, no es tan grande ese costo… probablemente nos saldría el doble, por ejemplo, si te gastas unos 100, 150 pesos de diésel o de gasolina cada vuelta, pues ahora serían 300 o 250”
Señaló que, de manera particular, así como la mayoría de sus compañeros, no han aumentado el precio de sus productos. Sin embargo, esperan que esta problemática se resuelva pronto y que los trabajos que se realizan en el rastro sean efectivos. Desean que se levante la suspensión.
Esta afectación es producto de la indiferencia de la alcaldesa Claudia Silva a un problema que se viene arrastrando desde hace más de siete años. De estos años, tres ya estuvo al frente del gobierno municipal sin darle solución.
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