Aunque la temporada de calor inició la tercera semana de marzo y se extenderá hasta octubre de 2024; se aproxima a México la canícula.
En muchas regiones del hemisferio norte, este periodo de calor intenso puede afectar no solo el entorno y la agricultura, sino también la salud de las personas y las actividades cotidianas.
¿Qué es la canícula?
Este fenómeno es el periodo más caluroso del verano, ya que comienza a mediados de julio y finaliza a mediados de agosto.
Ocurre debido al calentamiento excesivo del aire, cielos despejados y sobre todo por disminución de lluvias, aunque hay otros factores relevantes como:
- Radiación Solar Intensificada: Durante el verano, el sol está en su punto más alto, lo que resulta en un aumento de la radiación solar que llega a la superficie de la Tierra.
- Patrones Atmosféricos: La canícula está asociada con sistemas de alta presión que tienden a estabilizar el aire y limitar la formación de nubes y lluvias. Estos sistemas de alta presión también impiden que el aire caliente se disipe, lo que contribuye al aumento de la temperatura.
- Características Geográficas: En áreas como México y el sur de Estados Unidos, la canícula coincide con un período de menos lluvias debido a la transición entre diferentes estaciones, como el fin de la temporada de lluvias en algunas regiones.
¿De dónde proviene el nombre de canícula?
El nombre de este fenómeno proviene del latín y significa “perro pequeño” y término está asociado a la estrella Sirio que es la mas brillante de la constelación “Canis Major”.
¿Qué tiene que ver las constelaciones con el calor?
Los romanos y griegos observaron que, durante los meses de verano, Sirio era mucho más visible en el cielo antes del amanecer y coincidía con el periodo más caluros del año.
Creían que la presencia de Sirio en el cielo de la mañana era el responsable del aumento en la temperatura, por lo que le llamaron “canícula”
Recomendaciones durante el periodo de canícula
Es importante tomar precauciones para protegerse del calor extremo y sus efectos adversos en la salud. Aquí tienes algunas recomendaciones para mantenerte seguro y saludable durante este período:
Hidratación: Bebe mucha agua durante el día, incluso si no tienes sed. Evita el alcohol y las bebidas con cafeína, ya que pueden deshidratarte.
Protección solar: Usa protector solar con un alto factor de protección (SPF), preferiblemente resistente al agua, y aplícalo cada dos horas o después de sudar o nadar. Usa sombreros, gafas de sol y ropa ligera y de colores claros para reducir la exposición al sol.
Evita la exposición al sol durante las horas pico: Trata de limitar las actividades al aire libre entre las 11 a.m. y las 4 p.m., cuando el sol es más intenso. Si necesitas estar afuera, busca sombra siempre que sea posible.
Mantén frescos tus espacios: Utiliza ventiladores o aire acondicionado para mantener frescos tus espacios interiores. Mantén las cortinas cerradas durante el día para reducir el calor.
Actividades físicas: Si realizas ejercicio, hazlo temprano por la mañana o al atardecer cuando las temperaturas son más bajas. Hidrátate antes, durante y después del ejercicio.
Cuidado de personas vulnerables: Personas mayores, niños pequeños, mujeres embarazadas y aquellos con problemas de salud pueden ser más vulnerables al calor. Asegúrate de que estén en un entorno fresco y bien hidratados.
Evita comidas pesadas y calientes: Opta por comidas ligeras y frescas, como ensaladas y frutas, que también pueden ayudarte a mantenerte hidratado.
Alerta por síntomas de golpe de calor: Conoce los síntomas del golpe de calor, que incluyen fiebre alta, piel enrojecida, mareos, náuseas, confusión y pérdida del conocimiento. Si observas estos síntomas, busca ayuda médica de inmediato.