
Curiosidades en el Vaticano, en cuanto a los pontificados que se han dado a través de la historia hay muchas. Aunque no lo creas los cardenales que elijan al sucesor del papa Francisco tendrán una tarea más fácil que muchos de sus predecesores, que soportaron condiciones espartanas. Muchas ocasiones estuvieron encerrados tanto tiempo que algunos murieron.
Primeramente hay que saber que la idea de encerrar a los cardenales para acelerar la elección remonta al siglo XIII. La palabra cónclave proviene de la expresión en latín “cum clave”, que se significa “bajo llave”.
En 1241, visto que la elección se alargaba, el jefe del gobierno de Roma encerró a los cardenales en un edificio en ruinas y se negó a limpiar los lavabos o permitir que los médicos atendiesen a los enfermos.
Los cardenales sólo llegaron a una decisión cuando uno de ellos murió y los romanos amenazaron con exhumar su cadáver. Luego de 70 días, se pusieron de acuerdo y Goffredo Castiglioni se convirtió en Celestino IV.
El cónclave más largo
Eso sería tan solo el inicio. El cónclave más largo de la historia se dio luego de la muerte de Clemente IV, en 1268 y tuvo una duración de casi tres años. A finales de 1269, los cardenales aceptaron encerrarse para intentar alcanzar una decisión.
En junio de 1270, los frustrados habitantes retiraron el techo para acelerar el proceso.
Su inspiración vino aparentemente de las palabras de un cardenal inglés que aseguró que, sin techo, el Espíritu Santo descendería más libremente. Teobaldo Visconti se convirtió en el papa Gregorio X en septiembre de 1271.
El cónclave más corto
De manera contraria en octubre de 1503, la Iglesia Católica vivió el cónclave más corto jamás registrado. Tras la muerte del Papa Pío III, cuyo pontificado duró apenas unas semanas, los cardenales se reunieron enseguida para poder designar a su sucesor.
Lo que dio lugar al cónclave más breve de la historia, ya que la elección de los cardenales sólo se realizó en un periodo de 10 horas.
En esa época el elegido fue Giuliano della Rovere, un cardenal de gran influencia y trayectoria, ampliamente considerado como el candidato natural incluso antes de que comenzara la votación.