Miguel Ramírez, alcalde de Celaya, ha manifestado que no va a dar apoyos a fondo perdido a la directiva, con la finalidad de que siga jugando en la ciudad el equipo de futbol Toros.
El alcalde aceptó que el equipo puede salir de la ciudad en las próximas semanas, debido a que existen ciudades que desean equipo de Segunda División, mal llamada Liga de Expansión y que no tiene derecho al ascenso.
La mala administración de la directiva ahora generó una mala imagen a nivel nacional. En todos los programas deportivos nacionales trascendió la campal que se armó el pasado sábado en el Miguel Alemán Valdés.
El altercado estuvo motivado por un guardia de seguridad que contaba con pistola. Misma que desenfundó para apuntar a los ciudadanos molestos por la eliminación de los Toros de la liguilla. Los aficionados no sólo están molestos por perder la final el torneo pasado, sino porque no existe un freno sólido para que Celaya no sea vendido a otra ciudad.
¿Celaya sin equipo?
La afición cajetera está viviendo el mismo proceso que se vivió en León durante una década que estuvo en el descenso.
En cada liguilla la afición esmeralda terminaba peleando con las porras de los equipos visitantes e invadiendo el campo por varias razones. Pero la principal era la mala planeación de las directivas que tuvo León en el descenso.
Ni la directiva ni la nueva administración morenista están sabiendo leer a la afición de los Toros del Celaya. Lo único que ganó la ciudad es que continúen las noticias de violencia en Celaya, ahora trasladada al Estadio Miguel Alemán Valdés.
La directiva tiene todo mayo para definir si continúa en la ciudad o venden la franquicia a otra plaza. En Celaya el equipo ha mostrado cierta solidez gracias a que existe una afición fiel a los Toros.
Será una lástima que Celaya se quede sin equipo. Otras ciudades que también tienen dudas de mantenerse en la Tercera División profesional son Irapuato y Salamanca. De paso, León está descalificado del Mundial de Clubes.
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