
Villagrán, Guanajuato
Lo que sería un sueño se ha convertido en una pesadilla para cientos de familias, que vieron en el Fraccionamiento El Rehilete la oportunidad de cumplir con el objetivo de tener un hogar.
Han pasado más de 10 años desde que los primeros habitantes llegaron a este conjunto habitacional a ocupar sus viviendas. Desde entonces se han acumulado un sin fin de denuncias por afectaciones estructurales, fallas en servicios básicos y de urbanización. A la fecha haya solución de parte de las autoridades o los desarrolladores.
Las primeras quejas comenzaron a registrarse entre los años 2015 y 2016, poco después de que las casas comenzaran a habitarse. Desde entonces, los residentes han enfrentado grietas en muros, techos con filtraciones, hundimientos por cimentación inadecuada. Hay condiciones de riesgo estructural en alrededor de 400 viviendas.
El fraccionamiento sufre de una infraestructura urbana deficiente:
- Calles sin pavimentar
- Drenajes colapsados
- Fugas constantes en la red de agua potable
- Fallas en el alumbrado público
Uno de los reclamos más frecuentes es que el fraccionamiento no se ha municipalizado, lo cual impide que el gobierno municipal de Villagrán pueda brindar mantenimiento, recolección de basura o servicios urbanos. A esto se suma la falta de atención por parte de las empresas desarrolladoras, que en muchos casos han dejado de responder a los reportes de los vecinos.
Pese a múltiples solicitudes ante el Ayuntamiento y la Procuraduría Estatal de Protección al Consumidor, los avances son escasos. Los residentes han optado por exigir a las autoridades a que tomen cartas en el asunto y obliguen a las constructoras a cumplir con sus responsabilidades. Como lo sucedido la mañana de este jueves en Celaya.