
Uno de los inmuebles más antiguos de la ciudad que aún conservan, aunque parcialmente, su estructura es el antes llamado Mesón de Guadalupe, ubicado en el primer cuadro de la ciudad.
Su historia nos remonta a finales del siglo xvi y principios del siglo XVII, aunque fue hasta el siglo XVII que recibió su nombre en devoción a la Virgen de Guadalupe y a pesar de tomar relevancia en sus inicios al ser el único edificio en la ciudad con un segundo piso adicional a la planta baja, esta fue aún mayor al ser el lugar en que pasaron la noche los insurgentes encabezados por el cura Miguel Hidalgo.
“Pues bien este mesón de Guadalupe nosotros lo vamos a encontrar en el primer cuadro de nuestra ciudad y algo muy característico es que desde el siglo 18 va a adquirir este nombre en función o en razón a la devoción a la Virgen de Guadalupe. Precisamente se va a realizar una pintura que le conocemos como pura patronal y que en algún momento debió estar incluso dispuesta en el oratorio del mismo mesón”
RAFAEL SOLDARA, Coordinador del Museo de Celaya Historia Regional
Sin embargo, a pesar de ser uno de los inmuebles más antiguos, no conserva su arquitectura original al haber sido intervenido para su modernización en el siglo XX, conservando únicamente su fachada y arquería originales, así como su herrería de hierro forjado.
“Sabemos que a lo largo del siglo xx este mesón cambia su giro para convertirse en un hotel moderno un hotel amplio que va a lamentablemente en aras de su modernidad que tras tocar completamente el partido arquitectónico original de manera que prácticamente se pierde el diseño del inmueble original conservándose solamente la fachada y la arquería del portal incluso la primera habitación es completamente demolida”
RAFAEL SOLDARA, Coordinador del Museo de Celaya Historia Regional
A día de hoy lo que conocemos de lo que fue el Mesón de Guadalupe es un conjunto arquitectónico con concepto de centro comercial y un pasaje comercial que conserva en la parte alta del acceso al hotel una placa que recuerda la estancia del cura Miguel Hidalgo en él, con los cuartos de hotel ahora en total abandono y registrado como monumento histórico emblemático de Celaya.