
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó una propuesta de reforma de ley para la Simplificación y Digitalización de documentos de identidad. La propuesta busca, establecer que la Clave Única de Registro de Población (CURP) cuente con fotografía y huellas dactilares como única fuente de identidad.
Sin embargo, el Instituto Nacional Electoral (INE) detalló que “podría generarse un impacto negativo”. Los ciudadanos podrían percibir un mal manejo de sus datos personales. Por ello, presentaron un estudio preliminar del impacto que tendría para el INE la aprobación de las iniciativas de la presidenta en materia de Desaparición Forzada de Persona.
Alejandro Sosa, titular de la dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores, indicó que aunque el impacto es negativo, tampoco representa o se percibe como amenaza.
“No se ve como una amenaza, sino como un área de oportunidad para ver en qué se pudiera trabajar en el ámbito de responsabilidad de las instituciones, así como del Instituto, con la finalidad de poder mantener la verificación de la información del padrón electoral y la lista nominal, que pudiera coadyuvar con estas iniciativas”
Alejandro Sosa, titular de la dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores
Esta propuesta establece que la transferencia de datos biométricos esté a favor de las autoridades para que ayude a identificar a las víctimas de desaparición forzada.
¿Cuál es la problemática?
Aunque la propuesta de la presidenta tiene un matiz noble debido a las condiciones de crimen actuales en México, ahora existirían dos documentos nacionales de identidad. La credencial para votar (INE) y el CURP Biométrico.
Esta reforma propone que todas las autoridades que tengan registros administrativos de los ciudadanos, transfieran esta información a la base del Registro Nacional de Población.
El portal Animal Político indica que para transferir los datos personales es necesario que el titular de ellos dé su anuencia. El INE tiene 100 millones de registros, esos 100 millones de personas, tendrían que autorizar que los datos que le confían al INE pasen a formar parte de otra base de datos. Un movimiento que posiblemente va a costar miles de millones de pesos a los mexicanos.
Entonces, hacer obligatorio el CURP biométrico otorgaría un documento de identidad confiable. Sin embargo, existirían dos documentos de identidad y la credencial para votar podría perder efectividad para realizar trámites. Solo sería un instrumento para ejercer el derecho al voto.
Ahora bien, desde 2008, la credencial para votar debe renovarse periódicamente. Con esto el INE puede identificar la migración interna (en el territorio nacional) y los cambios de domicilio. Pero con la CURP no ocurre esto, solo tiene dos movimientos, en el nacimiento y en la defunción.
Con este antecedente, el INE tiene razones para aperturar el análisis profundo sobre cómo se utilizarían los documentos de identificación nacional y para qué propósitos.