
¡Habemus Papam! Llegó el día, y Robert Prevost es el nuevo jefe de la Iglesia Católica y eligió llamarse León XIV. Fue minutos después de la tan ansiada fumata blanca que el sumo pontífice brindó el primer saludo a los fieles que se encontraban en Roma. A diferencia del papa Francisco que decidió vestir únicamente con la sotana blanca, se lo vio con la sotana roja con bordados en dorado.
Encima se colocó la muceta roja, que simboliza la autoridad del Santo Padre, que fue adornada con la clásica cruz pectoral. También se le pudo ver con el solideo blanco en su cabeza y, sobre sus hombros, la estola roja con bordado dorado que representa la consagración sacerdotal. Asimismo, lució el clásico anillo del pescador, símbolo de su autoridad como sucesor de San Pedro.
De esta manera, el nuevo pontífice volvió a lucir el atuendo completo pensado para quienes resulten electos para el cargo, algo que Francisco omitió durante todo su papado.
Según el protocolo, estos colores representan su disposición al martirio y su firme compromiso con la Iglesia.
Cabe mencionar que el Papa Francisco fue el primero en romper los cánones cuando apareció por primera vez en el balcón de la Basílica de San Pedro en marzo de 2013. Solamente lució una sencilla sotana blanca, prescindiendo de la elaborada muceta de terciopelo rojo bordada con armiño que tradicionalmente usaban sus antecesores. Portaba además una cruz pectoral de plata, la misma que usaba como arzobispo de Buenos Aires.
El calzado fue, de hecho, uno de los aspectos que más captó la atención de todos, pues Jorge Mario Bergoglio salió con unos zapatos blancos.