
Este domingo 23 de marzo, dieron de alta del Hospital Gemelli de Roma, al papa Francisco, tras complicaciones por una neumonía bilateral severa.
Durante su hospitalización, tuvo dos episodios críticos de insuficiencia respiratoria que pusieron en riesgo su vida. Gracias al tratamiento médico, incluyendo terapias farmacológicas y soporte de oxígeno, su salud mejoró al punto de realizar su primera aparición pública este domingo.
Su aparición fue breve, desde una ventana del hospital, donde, en silla de ruedas y con voz debilitada, agradeció a los fieles por su apoyo y oraciones. “¡Gracias a todos!”, dijo Francisco en lo que pareció casi un susurro. Así lo indicó el medio oficial del Vaticano, Vatican News. También dio una bendición, aunque parecía tener algunas dificultades para levantar los brazos.
Luego de esto y en medio de un fuerte movimiento de seguridad, el Santo Padre salió del hospital con dirección a la basílica de Santa María la Mayor para rezar. Posteriormente se dirigió a su residencia en la Casa Santa Marta en el Vaticano.
Aún debe guardar reposo
El doctor Alfieri, médico del pontífice, atribuyó los problemas con la voz que padece el Papa al tratamiento al que fue sometido para superar la neumonía doble.
“La voz tardará un tiempo en recuperarse”, dijo, al tiempo que recordó que este tipo de secuelas son comunes para quienes padecen este tipo de neumonía “especialmente los ancianos”.
La agencia de noticias Reuters indica que el viernes, el cardenal Víctor Fernández declaró que “el oxígeno de alto flujo reseca todo” y, como resultado, el Papa “necesita volver a aprender a hablar”.
Los médicos han recomendado un periodo de reposo de al menos dos meses para su completa recuperación, durante el cual continuará con tratamiento farmacológico y rehabilitación.