
Celaya, Guanajuato
En una misa solemne celebrada en la Catedral de Celaya, el Obispo Víctor Alejandro Aguilar Ledesma presidió las exequias por el fallecimiento del Papa Francisco. En una ceremonia marcada por el luto, la oración y la esperanza cristiana.
Frente a unos 150 fieles, el obispo compartió un profundo mensaje de duelo y reflexión, reconociendo el impacto que la muerte del Sumo Pontífice ha tenido en la Iglesia. Particularmente en la Diócesis de Celaya, que vivió con recogimiento este momento histórico, coincidente con el tiempo pascual.
Durante la homilía, señaló la figura del Papa como un servidor incansable. Aún en su convalecencia, mostró una voluntad inquebrantable por cumplir con su misión hasta el último momento.
Subrayó la coincidencia providencial de que su funeral se lleve a cabo en el Domingo de la Divina Misericordia. Recordó el legado de un pontificado centrado en el perdón, la cercanía con los más vulnerables y la reforma de la Iglesia hacia una mayor apertura y compasión.
“Sabemos que tenemos un humilde intercesor en el cielo para nuestra iglesia, nos unimos y por eso hacemos mención, por ello rogamos por su intervención, y ahí en el cielo lo tenemos, oremos, en todas las iglesias, oremos por su recibimiento en la venia del señor en el reino de los justos”
Victor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de Celaya
El obispo invitó a vivir con serenidad el duelo, sin adelantar juicios sobre el futuro cónclave. Recordó que es el Espíritu Santo quien guiará a la Iglesia.
Al concluir, expresó el sentir del clero local “Dolor por la partida del Papa Francisco, gratitud por su legado y esperanza en la vida eterna”. Destacando que su paso por la Iglesia quedará marcado por su valentía, humildad y profunda humanidad.